La nueva normalidad Post-Covid, nos obliga a enfrentar muchos retos para los que no estábamos preparados, ni nos hubiéramos imaginado. Conceptos como «Distanciamiento Social», «Quédate en Casa», «Ponte la Máscara» o «Póntela» (Su versión corta) «Limpio y Seguro» o «Safe & Clean» (Su versión en inglés), se han ido incrustando en las rutinas de las personas condicionando las tomas de decisiones a la hora de salir por un café, al mercado, al trabajo y con mayor razón, salir de viaje.
Hoy toda la comunidad tiene que adaptarse más pronto que tarde a esta normalidad, los hoteles, restaurantes, bares, tiendas, fábricas, puertos, aeropuertos, aviones, cruceros, autocares…, en fin el mundo en sí mismo se esfuerza por lograr estándares de higiene y seguridad con el que puedan minimizar el riesgo de contagio hasta en un 98%, reduciendo de manera significativa su capacidad operativa, productiva y lucrativa.
Es una encrucijada en la que nadie sale bien parado, es necesario ser mas eficiente con menos recursos, demostrar sostenibilidad con menos personal y mantener el lucro con costos agregados de seguridad e higiene y reducción de su potencial productivo. Caeremos en una burbuja improvisada